Es el concepto de moda en el sector del marketing digital. Pero ¿sabes qué significa cookieless? Es más, ¿sabes qué implica? ¿Cómo va a afectar a la comunicación de las marcas, al branding y a sus estrategias de marketing? Te lo contamos de forma sencilla y sin demasiados tecnicismos.
Galletas de terceros
Si estabas pensando que ya se han acabado los banners y los pop-ups sobre cookies en las webs… bueno, pues lo sentimos. No se han acabado. El cookieless en realidad afecta a las third party cookies, que son las galletas que una empresa o agencia de publicidad vincula a una web que visitamos para saber datos nuestros como el género, la edad, nuestra ubicación e IP, el historial de navegación, qué nos gusta, etc.
Google ha puesto en marcha un proyecto llamado Privacy Sandbox para que esto sea realidad en su navegador Chrome a finales de 2021. Safari y Firefox ya lo han hecho. O sea, todo esto es una realidad ya hoy.
Para los usuarios
Todo esto son buenas noticias. Quiere decir que estarán (estaremos; todos somos usuarios, al fin y al cabo) menos expuestos y será más laborioso abordarnos con campañas de publicidad digital con alto nivel de personalización. También significa que las campañas que nos dirijan provendrán de marcas con las que tenemos verdadera afinidad e interés. O sea, customer centric en la más pura esencia del término. Un ejemplo: si a ti te gusta comprar gafas de sol compulsivamente porque eres un fan muy loco de Elton John, lo normal es que hayas cedido tus datos a Ray-Ban, Hawkers, Wilde, Óptica Universitaria o Alain Afflelou. Y que estas marcas te lancen sus campañas para un “shut up and take my money” de órdago. Lo que no es tan normal es que porque navegas a menudo por alguna de sus webs, otra marca, de botas plataforma por ejemplo, suponga que eres un cliente potencial para ellos y te bombardee con sus ofertas. Al final, el cookieless tiene como objetivo preservar y proteger la seguridad de los datos de los usuarios. Eso es bueno, ¿no?
Las marcas
Si el marketing, el branding y la publicidad no hubieran evolucionado todavía estaríamos marcando a fuego en cajas de madera el nombre de nuestra marca escrito con unas letras más o menos bonitas. Y poco más. Pero ha llovido muchísimo y nuestro sector siempre se ha adaptado a los cambios. Este es solo uno más. Don’t panic!
Si eres una marca que cree que ahora con el cookieless vas a tener más trabajo para hacer tus campañas de comunicación corporativa, bueno, ya hay alternativas. La principal es un buen CRM o un buen CDP. En otras palabras: cúrrate una buena base de datos de tus clientes (datos conseguidos acorde con la nueva legislación de protección de datos).
Un buen CRM o un buen CDP son sinónimo de atención y cuidado a clientes que ya sabes que tienen interés por tu marca, lo cual es mil veces mejor que reducir a toda la población a clientes potenciales que clasificamos según datos bastante peregrinos. No en vano, Facebook ha puesto a tu disposición (a la de todos, vaya) el Facebook Custom Audience. Google, su Google Customer Match. Y más que hay… Todo esto son CRMs y CDPs. Ya tienes las herramientas que necesitas así que, venga, a hacer branding para audiencias predispuestas a comprarte en vez de a audiencias a las que tu marca no les interesa para nada.
Si a este enfoque (más filosófico que tecnológico) le sumas recursos como la publicidad contextual, potenciar el referal, explotar a fondo el identificador de dispositivos (Device ID), estrategias member-get-member, mecánicas de login para acceder a contenidos, el desarrollo o implementación de un consent mode de navegación, el uso de SAAS de inteligencia artificial y machine learning o la creación de identificadores universales por usuario, verás que al final todo esto del cookieless no es para tanto.
Marca, empresa, agencia, miradlo de este modo: el progreso, una vez más, os empuja a seguir mejorando en vuestra relación con los clientes para ponerlos en el centro de vuestras vidas. Venderéis más. Pas mal!