En la naturaleza hay movimientos cíclicos e infinitos, que se repiten una y otra vez, como las olas sobre la arena de la playa.
Un movimiento que durante millones de años ha ido descomponiendo las rocas en pequeños granos de arena.

En la naturaleza hay movimientos cíclicos e infinitos, que se repiten una y otra vez, como las olas sobre la arena de la playa.
Un movimiento que durante millones de años ha ido descomponiendo las rocas en pequeños granos de arena.

© Cristian Palmer

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Así es como nace SiO2, una acción de Vibranding donde tomamos el nombre prestado de la nomenclatura del sílice o dióxido de silicio (era más corto y memorable, cosas del naming, ya sabes), el compuesto de la arena que se utiliza para crear el vidrio.
Vidrio que, al igual que las olas del mar, tiene infinitas vidas, infinitas veces e infinitas formas. Lo mejor de todo es que no pierde propiedades en todo este proceso de reciclado, siendo siempre un material increíblemente bueno para contener bebidas y alimentos sin alterar en nada sus propiedades organolépticas, tanto en aroma como sabor. ¿Qué más le podíamos pedir?
Sabemos que es algo muy pequeño, pero también somos conscientes que millones de granos de arena forman una playa.
Por todo ello también vamos a colaborar con Plastic Collectors, una asociación de voluntarios sin ánimo de lucro que organiza recogidas de plástico en playas y bosques. Así podremos disfrutar de sus arenas limpias, las mismas que se utilizaron para hacer la botella de SiO2 que tienes en tus manos.
Es una pequeña acción para hacer el mundo un poco más sostenible, ¿te animas a aportar tu grano de arena?
