Food styling: a través de los ojos, tu boca se hace agua
Glòria Fernández

Hay personas que comen con los ojos. Porque lo bonito siempre nos llama más la atención. A todos y en todos los aspectos de nuestra vida. Ver comida apetitosa hace que automáticamente se dispare la grelina, la “hormona del hambre”. A ti también te ha pasado.

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Todos recordamos aquellos cartelones cochambrosos con fotos de platos combinados y bocadillos que se exhiben en muchos bares. Y también recordaremos que cuando pedimos uno de esos platos, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Por suerte, este concepto se ha ido renovando. Y es gracias al styling gastronómico o food styling.

¡Qué buena pinta!

Esta es una profesión relativamente nueva que comenzó a dar sus primeros pasos en la era de la Industrialización, allá por el año 1801. Desde entonces ha jugado con el estilismo para que la imagen de cada alimento sea tan perfecta que logre conquistar nuestros sentidos, especialmente en entornos publicitarios o editoriales.

Los estilistas gastronómicos o home economists se centran en capturar imágenes de platos, comidas y alimentos de la manera más atractiva posible. Cuando no contamos con los sentidos del olfato y el tacto, la vista debe ser capaz de desencadenar esos mismos estímulos en nosotros y activar el deseo de probarlo. Abrir el hambre. Es toda una técnica.

Trabajo de equipo

Este trabajo engloba diferentes áreas, de personal y de infraestructura. No se trata solo de saber cocinar sino de tener noción y gusto por la fotografía. También cuentan las habilidades en diseño (para previsualizar cómo encajará la comida en el soporte que le corresponda), contabilidad (porque hay que administrar de la mejor manera posible el tiempo y el dinero del presupuesto) y capacidad creativa (para crear escenarios adecuados, encuadres sorprendentes o echar mano de tantos recursos como nos sea posible). 

El proceso de trabajo abarca desde la selección y compra de los ingredientes más adecuados hasta la preparación para el disparo, sin olvidar la organización del atrezzo teniendo en cuenta colores, formas y texturas. No es lo mismo ser food stylist que ser fotógrafo, aunque no es descartable la posibilidad de que un fotógrafo sea excelente food stylist y viceversa.

La fotografía de packaging

Hay que diferenciar entre estilismo de editorial, web o packaging. El destino final de la imagen es muy importante. Otra tendencia en auge es la difusión a través de las redes sociales. Cada vez hay más influencers del food styling. Y en esos canales la comida también entra por la vista. Otro día profundizaremos en esto. 

Hoy queremos centrarnos en el estilismo para packaging. En este caso, la fotografía resulta una herramienta fundamental para mejorar el atractivo de los diseños . La imagen no solo debe ser apetecible sino transmitir de forma clara y directa valores de marca, lifestyle, características e ingredientes, etc. Sumado a los colores, la tipografía y la forma, integrar el estilismo en la fotografía es un factor básico e importante que nos permite mezclar arte y creatividad para realizar un packaging especial y diferenciado. 

Porque, si queremos captar la atención del consumidor en el lineal del supermercado y diferenciar el producto, esas son las claves. Todo ello hace que un producto sea un éxito o un fracaso.

Herramientas

Se le llama prop a la utilería que se utiliza para ambientar un set. Y en fotografía de producto es nuestro mejor aliado. El decorado es crucial. Un buen producto en un buen entorno parece mil veces mejor. Incluso un producto mediocre en un buen entorno es mil veces mejor.

Tener una buena iluminación, encuadre y composición también es clave y se debe cuidar cada detalle para que el resultado sea una fotografía elegante, donde los alimentos seduzcan los ojos con su brillo, color y sus buenas texturas; y si el escenario y los complementos ayudan, ¡nadie se resistirá a ese producto!.

Finalmente, la gran herramienta: Photoshop. Hay que dominarlo. ¡A fondo! No para que haga todo el trabajo (porque el trabajo se hace antes del disparo) sino para corregir esos pequeños fallos y mejorar el resultado final. Photoshop está para que un gran trabajo acabe siendo un trabajo excelente.